
El pasado 12 de mayo se celebró en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid el Rivas Rock 2018. Hasta allí se desplazaron Víctor Panys y Álvaro Bernaldo y esta es su crónica con fotos.
Sábado 12 de mayo, nueva edición del Rivas Rock en el Auditorio Miguel Ríos (Rivas-Vaciamadrid), la V edición, con un cartel de lo más completo: Desakato, El Ultimo Ke Zierre, Boikot, Segismundo Toxicómano, Rosendo, Narco y Banda Bassoti.
¿Quién se lo perdería? ¡Deseosos que estábamos!
Era poco antes de las 16:00 pm, antes de que llegásemos a Rivas nos avisan de que los alrededores empiezan a estar llenos y el aparcamiento está complicado. Ya vamos con prisas. Por suerte podemos dejar tirado el coche relativamente “cerca” y subimos hacia el Auditorio, lo primero que nos encontramos son colas para cambiar las entradas por las pulseras para poder acceder al recinto, a pesar de que las taquillas estaban abiertas desde las 12:00. Esto es buena señal, significa que a pesar de ser la hora de la siesta Desakato arrancaría por todo lo alto y tendría un gran público.
Entramos al Auditorio y las primeras filas del escenario ya están ocupadas, las barras están funcionando a buen ritmo y los cachis empiezan a abundar. La gente quiere fiesta y buena música.
16:30h, arranca Desakato con “Humo negro” y madre mía como arrancan... Pepo, uno de los cantantes del grupo, es llevado en volandas por el público desde el minuto 1.
¡Comienza el espectáculo!
Algo de lo que pueden presumir los asturianos es de tener el mejor directo, otorgado en los Iberian Festival Awards, y lo están demostrando por todo lo alto. Continúan con un clásico “Octubres rotos”, se llevan a la gente al bolsillo. El público está totalmente entregado y Desakato mueve masas.
Llegados al ecuador del concierto hacen una referencia a la sentencia de La Manada y reclaman justicia. Continúa el rock-punk asturiano de la mano de estos bestias para llevarnos hacia la recta final con “Cada vez” tema que se ha convertido en el karaoke oficial de Desakato según Pablo, guitarra y cantante, y “Pánico en frankfurt”. Se despiden por todo lo alto y el recinto está efusivo, han dejado el listón muy muy alto.
Cambio rápido y es la hora de El Último Ke Zierre. Empiezan con algunos problemillas técnicos ya que se acoplan los micrófonos y generan los típicos pitidos estridentes, aún así intentan darlo todo.
Se nota que se ha vaciado un poco el Auditorio y que la gente tenía que reponer fuerzas, es hora de hidratarse. EUKZ hacen saltar al público al son de temas como “Tus bragas”, clásico indispensable, “¿A dónde vas?” y “Mi revolución”.
Clásico indispensable el que viene ahora... Boikot es sinónimo de fiesta, de festival, de buen rollo, de energía, de reivindicación. Boikot es sinónimo de Rivas, porque se comieron el Auditorio Miguel Ríos.
Antes de empezar el concierto ya se puede intuir que va a ser un buen concierto, llevan una escenografía bastante trabajada, incluyendo tambores transparentes con luces led.
La pista se empieza a llenar y vemos como se vuelve a recuperarse esa energía del principio del día. Disparan con “De espaldas al mundo” y la fiesta comienza: pogos, bailes, gritos, minis volando, risas… Petardazo de confeti.
Hemos hablado de reivindicación anteriormente y ahora es el turno de “Bajo el suelo”, tema en el que varias mujeres y niñas se hacen con el escenario y con los micrófonos. Precioso. El sonido es nítido, potente, no falla ni una nota y el público está gozando.
Judith Mateo pone la guinda al pastel con su violín. En “Inés” suben a un niño y a una niña a cantar el tema, se respira energía. Se despiden con “Cualquier día” y “Grito en alto”, no hay nadie que esté quieto en todo el recinto, todo el mundo baila o salta. Espectacular, eufórico e increíble. Boikot arrasa en Rivas Rock 2018 y consigue ser el grupo que más público tiene durante el festival por detrás de Rosendo.
Con las emociones a flor de piel, es hora de que las barras funcionen lo máximo posible para saciar al público, el cual necesita un descanso después de la actuación de los madrileños.
Breve cambio de escenario y turno para un grande que vuelve al panorama punkrockero estatal: Segismundo Toxicómano y su XX aniversario. Personalmente, nunca les había visto en directo y no había escuchado más allá de dos canciones suyas, ahora sólo puedo decir que... ¡quiero otro concierto y volver a repetirlo!.
Los Segis inundaban el Rivas Rock 2018 con un fuerte oleaje, derrochando energía, corriendo de punta a punta el escenario, saltando y dándonos una buena dosis de su punk con “En este infierno”, “Por ti”, “Las noches siguen sabiendo a sangre”, etc, etc.
La gente vibraba aunque se notaba en la pista la paliza que había dado Boikot anteriormente, ya que el recinto estaba un poco más vacío. A pesar de esto, Segismundo Toxicómano ofreció todo lo que tenían preparado para esta gran noche.
En torno a las 22:30h llegaba el plato fuerte del festival. Se apagan las luces y empieza la dosis de rock clásico de la mano del maestro Rosendo. La pista está llena, los móviles en alto para grabar la gran despedida y suenan temas como “Si pudiera”, versión de Antonio Flores, “Mala Vida”, “Vergüenza Torera”...
El público canta y grita todos los temas y Rosendo responde agradeciendo y dando las gracias tras finalizar cada uno de ellos. Todas las voces se unen para cantar “Flojos de pantalón”, “Pan de Higo” y “Agradecido”.
Rosendo conecta muy bien con su público y se le nota emocionado. Se palpa la pena en el ambiente por su retirada de los escenarios, aún así están disfrutando hasta la mínima nota. Se retira con “Maneras de vivir” y “Navegando”, el recinto baila y se despiden de él con una fuerte ovación. El maestro ha estado impecable, sin un solo fallo, con un sonido espectacular, concentrado pero a la vez rindiéndose al público. Enorme.
Continúa Narco. Se nota ya el cansancio de todo el día pero es imposible estar o parar quieto. Las bases son tremendamente pegadizas, agresivas y rápidas, las piernas se mueven solas al son de su música y de repente te encuentras saltando. La música de estos tiene tanta mezcla que te hace difícil no prestarle atención.
Abren con “Suicídate”, tema de su disco “Espichufrenia”, y nos ofrecen una energía que la recogemos como agua de mayo. No paran de saltar y de moverse por el escenario. “El trapichero”, “Dame veneno”, “Yoni el robot” ayudan a no decaer y a seguir con la fiesta. Despiden con “Puta Policía” a grito de reivindicación y arrasando el Rivas Rock 2018. 100% recomendables.
Para finalizar, es el turno de Banda Bassoti, único grupo no nacional sobre el escenario. El cansancio es aún mayor, el Auditorio se ha vaciado bastante, pero a pesar de esto los italianos cuentan con un público fiel y que les sigue constantemente. Reparten su ska-punk italiano al son de los trombones y despiden esta V edición del Rivas Rock.
Durante la mayor parte de la jornada el tiempo no acompañó del todo ya que hacía fresco, pero llegamos a tener calor de tanto saltar.
Desde estas líneas sólo podemos dar las gracias por esta gran edición y por el trato de la organización. ¡Nos vemos en mayo de 2019!
Texto y fotos: Víctor Panys