Vhaldemar en Atalaya Rock 2019. Foto: Vicente Díaz
Se presenta una nueva edición del festival gratuito Atalaya Rock que cada año se viene celebrando en Pozal de Gallinas organizado por la Asociación de Amigos de La Atalaya.
En esta ocasión, en la que celebraba el 15 aniversario no querían dejar pasar la oportunidad de hacer algo distinto, algún plus que ofrecer a los miles de asistentes a la localidad vallisoletana (mira las fotos más abajo).
Este año, aparte del propio festival con cinco bandas en el pabellón municipal que suele dar comienzo por la tarde-noche, han querido aderezar con buenas dosis de rock el día entero. A la hora del aperitivo en el “Bar de arriba” nos encontramos con A MAMARLA, banda de versiones de Rock Nacional que se encargó de amenizar el aperitivo a los allí presentes.
Aun no había llegado demasiado gente de los de fuera, pero aun así había suficientes personal como para echar un muy buen rato.
Por la tarde tuvimos la ocasión de disfrutar a HOOK, banda de versiones de Rock Internacional que hizo las delicias de los asistentes en el “Bar de abajo” hasta casi la hora de apertura de puertas del Pabellón Municipal en el que se iba a celebrar el evento.
A eso de las 20:00 se abría al publico en general las puertas del recinto y poco a poco aquello se fue llenando de gente. Antes de que la cosa se complicase nos acercamos a sacar los tickets pertinentes para luego evitar posibles colas.
Allí dentro, como en ediciones anteriores, lo típico, los puestos de Merchan de los distintos grupos junto con el del propio Festival.
Este año hay que mencionar la buena organización en el puesto de comida evitando las aglomeraciones que complicaron bastante el tema en la pasada edición. Bastante rapidez en las dos barras, la de la comida y por supuesto en la de la bebida.
Este año el Atalaya Rock había reservado un pequeño espacio para que los componentes de DAWNLIGHT, que fueron los encargados de abrir la pasada edición, instalasen un pequeño stand donde poder presentar su disco “Until the Dark Sun Rises” el cual saldría a la venta al publico en general la semana siguiente.
Allí, por supuesto nos hicimos con nuestra copia para poder llevárnoslo firmado a casa. Como en otros conciertos, muchas caras conocidas, lo que resulta siempre agradable, al menos para mÍ.
Sobre las 20:30 estaba previsto que empezaran a dar cera los componentes de VHÄLDEMAR y así fue, puntuales como un reloj salieron a escena a poner patas arriba el pabellón, que ya estaba prácticamente lleno para recibir a los de Baracaldo. No debe ser fácil encargarse de abrir un Festival, habitualmente hay poca gente y el ambiente suele ser bastante frío.
Afortunadamente este no fue el caso. Un recinto casi hasta arriba no dio ni tregua ni motivos para quejarse a VHÄLDEMAR, y de este modo, ante un publico totalmente entregado descargaron toda su potencia tema tras tema jaleados continuamente por Carlos, su incansable frontman.
Verles a ellos es acordarse de todos esos grupos que escuchábamos cuando éramos mas jóvenes, y precisamente eso es algo que a mucha gente no le gusta de VHÄLDEMAR. Hay quien que les tacha de poco originales, no sé, a mí me gustan y además mucho.
Los siguientes fueron CELTIBEERIAN, banda de Folk-metal que llegaba de Ciudad Real con una particular mezcla de metal e instrumentos tradicionales. Buena combinación que fue capaz de mantener a la gente animada con el mismo nivel de intensidad de la banda anterior.
Se notaba que la noche avanzaba y ya con el pabellón prácticamente lleno culminaron un fantástico show. No les habíamos visto antes en directo y la verdad es que nos sorprendieron gratamente.
Llegaba ya la hora deseada por muchos de lo allí presentes, el ecuador del festival, en pleno Prime Time. El Atalaya Rock había reservado el hueco central para LOS BARONES. La otra mitad de los míticos BARÓN ROJO se encuentran de gira y para la ocasión han recuperado una buena colección de aquellas canciones míticas con las que crecimos y con las que más de uno soltamos alguna lagrimita.
Ejecución impecable de un repertorio repleto de grandes éxitos. Junto a Sherpa y Hermes se han embarcado en este proyecto Sergio y Marcelo en sendas guitarras, este último hijo de Hermes. Sonaron como un tiro y fueron capaces de tocar la fibra de cada uno de los allí presentes.
Tras semejante cúmulo de sensaciones durante los 90 minutos que estuvieron sobre el escenario iba llegando el turno de los Frozen Crown. Power metal Italiano con cantante y guitarrista femeninas. La cosa pintaba bien, lo que habíamos escuchado de ellos nos gustaba bastante.
La verdad es que visualmente resultaron muy potentes, pero en general me esperaba algo más de ellos en directo. A pesar del empeño de su frontwoman Jade de interactuar e intentar hablar con el publico, tengo la sensación de que no consiguieron conectar del todo con los allí presentes.
Pero bueno, hay que decir que la actuación resultó más que aceptable. Cayeron uno a uno sus pegadizos himnos y el público respondió coreándolos sin cesar.
Casi a las 3 de la mañana y con los asistentes algo cansados ya después de tantas horas de conciertos saltaban al escenario los componentes del último grupo. KILLUS llegaban a descargar con muchas ganas toda su energía desde Villarreal. Así los vimos concentrados calentando y estirando a los pies del escenario.
Los cuatro componentes maquillados como siempre no dejaron de moverse ni un momento a lo largo y ancho del escenario. Poses, caras, saltos y miradas continuas con nosotros los fotógrafos y con el resto del público, al que se metieron en el bolsillo desde el primer momento.
Aproximadamente una hora duró la descarga de KILLUS, pero se pasó volando. Para nada se acusó el cansancio acumulado después del largo día de festival y dejaron muy buenas sensaciones dando que hablar, por supuesto para bien los de Villarreal.
Brutal final para esta edición del Atalaya Rock. Metal nacional, Power Metal Internacional, Folk-Metal y Metal Industrial, buenísima combinación de metal sin duda para disfrute de todo el mundo, de cualquier edad o procedencia.
En definitiva, habrá quien haya ido a ver a una banda o a otra en particular, pero creo que en general aquí la gente no hemos venido a eso, hemos venido a pasarlo bien, a estar con los amigos, a contagiarnos del buen ambiente que se respira, a conocer gente nueva y claro, a escuchar buena música, pero es que eso siempre está asegurado.
Yo, por mi parte me quedo con lo que me llevo. Conciertos nuevos, alguna banda repetida pero algunas nuevas y muy buenas, alguna mítica, miles de fotos, alguna muy buena, pero sobre todo y como siempre me quedo con la gente, con las caras conocidas y con los que he conocido en esta edición.
Mil gracias a la gente del Festival Atalaya Rock por la hospitalidad, por organizar un evento como este y por supuesto por hacernos partícipe del mismo.
Gracias amigos, Salud y Rocanrol!!!
Texto y fotos: Vicente Díaz